¿Sabes qué es procrastinar? Hay muchas definiciones, pero en términos sencillos es cuando dejas de hacer algo importante por hacer tareas menos relevantes o lo que es lo mismo: el arte de dejar para mañana lo que puedes hacer hoy.

La procrastinación va totalmente en contra de tu productividad, porque eso importante que dejas de hacer después se convierte en urgente y posteriormente en un problema porque ya no tienes tiempo para llevarlo a cabo.

¿Te ha pasado que tienes un proyecto por trabajar y piensas “en unos 5 minutos lo inicio”? Cuando te das cuenta llevas dos horas perdidas porque te entretuviste viendo redes sociales, platicando con alguien o en la búsqueda de información útil para el proyecto te desviaste y terminaste viendo una página de tips para el hogar que no te iba a servir en ese momento, etc.

¿Quién te roba el tiempo?

La procrastinación se alimenta de los ladrones o devoradores de tiempo (cronófagos), es decir, toda actividad, elemento o situación que te consume tiempo sin que te des cuenta. Algunos pueden estar fuera de tu control como cuando se retrasa un vuelo o cuando en tu trabajo te llaman constantemente por teléfono, pero la gran mayoría están en ti, tú les abres la puerta y entran para robarte los minutos, horas o días. 

Por ejemplo, un escritorio desordenado da pie a muchos cronófagos, el celular es un cronófago por excelencia, un juego, la tv, etc. 

Tips para dejar de procrastinar

¿Cómo dejar de procrastinar? Haciendo consciente los motivos por lo cual procrastinas y organizando tu mente. Aquí tienes 10 tips para dejar de procrastinar y ser  más productivo. 

1. Organízate: Destina un tiempo para organizar tus actividades, puedes hacerlo por mes o por semana. Cada día, antes de empezar a ejecutar cualquier tarea, repasa lo que tienes que hacer. En esta labor te pueden ayudar los planners, que son una excelente herramienta para organizarte. 

2. No abordes proyectos abstractos: Algo que te puede impulsar fácilmente a procrastinar es que inicies actividades que no les ves fin o que no tienen mucho sentido. Trata de establecer tareas concretas para que puedas irlas cumpliendo paso a paso. 

3. Orden y jerarquía: Aprende a ordenar tus actividades por jerarquía y establece niveles de importancia o de urgencia. Traza objetivos claros y específicos.

4. Utiliza herramientas: Organizarte requiere de alguna herramienta o recurso, ya sea físico o digital, así que elige uno que puedas personalizar y en el que te sientas a gusto. En este sentido, te servirán planners, listas de actividades, libretas y otros recursos.

5. Olvídate de las listas enormes: Divide el trabajo en tareas pequeñas y específicas. Olvídate de listas interminables que lo único que hacen es paralizarte. Mejor realiza listas de 5 actividades por día que en verdad puedas cumplir. 

6. Organiza tu escritorio: Es importante que tu área de trabajo sea la adecuada para que lleves a cabo tus actividades sin distracciones. 

7. Genera rutinas estratégicas: Analiza tus labores y tus procesos para que puedas desarrollar sistemas que te lleven a optimizar tiempos. Genera rutinas con las que tu cerebro se sienta a gusto, así lo estarás enfocando en lo que quieres y no estará pensando en procrastinar. 

8. Mide tus tiempos: Establece tiempos realistas para cada actividad. Debes tener cuidado con esto, como lo indica la Ley de Parkinson: “una tarea se dilata indefinidamente hasta ocupar todo el tiempo para su realización”, es decir, si no te impones que cierto proyecto lo harás en 30 minutos, este bien podría hacerse en dos o tres horas. 

9. Gestiona tu energía:  Es importante que trabajes en tus mejores momentos, cuando tienes más energía. Conócete a ti mismo e identifica cuál es tu mejor modo para hacer tus labores. Se recomienda que inicies por la tarea más difícil y que las pequeñas acciones no las organices ni gestiones, solamente las ejecutes.  

10. Detecta y evita las distracciones: Haz un ejercicio para identificar cuáles son las distracciones externas o las propias cuando realizas tus proyectos o actividades y elimina esas tentaciones o distracciones. Por ejemplo, un proyecto que te llevará dos horas, aplícate en ello y deja en silencio o apagado tu teléfono móvil. 

Recuerda que la productividad no es hacer más cosas, sino que hagas las cosas importantes.
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